Para conocer la eficacia de una intervención grupal basada en el apoyo mutuo para la escucha de voces en personas con diagnóstico de psicosis y comprender en profundidad la experiencia de pertenecer al grupo así como la repercusión en sus vidas, se ha utilizado una metodología mixta -cuantitativa y cualitativa- aplicando cuestionarios antes y después de la intervención, para valorar tanto las características de las voces como el proceso de recuperación personal (Recovery), y realizando entrevistas en profundidad a los participantes. Encontramos que el grupo funciona como un espacio seguro donde poder hablar sobre la propia experiencia de escucha de voces y conocer la de otros. Se origina un proceso de identificación entre los participantes y de normalización de la escucha de voces en este contexto. Se adquiere un mayor control percibido sobre las voces y se reduce significativamente la angustia provocada por las mismas. Estos cambios se asocian a un mayor Recovery y un menor trastorno en la vida causado por las voces a pesar de la invariabilidad observada en su contenido negativo y su intensidad, e independientemente de las creencias que los participantes mantienen sobre su procedencia. Con todo, los datos plantean la necesidad de reconsiderar el abordaje terapéutico predominante en los servicios de salud de erradicar las voces como objetivo de la recuperación, y la necesidad de asumir un nuevo enfoque desde la aceptación y el cambio de la relación que cada persona establece con sus voces.