Calidad asistencial y consideraciones bioéticas en el final de la vida del paciente crítico

La muerte, que tradicionalmente ha constituido un suceso privado, espiritual o religioso, a menudo con el soporte de la familia y amigos, se ha convertido en un hecho público y rodeado de tecnología, no siendo infrecuente que trascurra en el interior de una unidad de Cuidados Intensivos. De forma simultanea la Medicina parece hipnotizada por un único objeto: la conservación de la vida humana a cualquier precio. Recientemente estamos asistiendo a un replanteamiento del hecho de morir emergiendo dentro del amplio mundo de la autonomía, el derecho a decidir de los pacientes en fase terminal en contraposición a otros fenómenos como la obstinación terapéutica. Frente a ello y paralelamente a la irrupción de la Bioética, se plantea en la actualidad la necesidad de establecer unas medidas que permitan limitar el esfuerzo terapéutico, en aras de respetar los principios de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia.