La colaboración en los cuidados de un perro, proporciona una novedad en el arte de cuidar. Desde el punto de vista de acción social, el perro goza de una gran aceptación, sensibilidad y demanda. Compañero de la especie humana desde los albores de la civilización, acompañado de su significación cultural y religiosa.En los últimos 15 años, la terapia con animales ha sido beneficiosa para muchos pacientes de cuidados intensivos, salud mental, pediatría, lesionados medulares y ancianos. En la actualidad, perros entrenados son utilizados como “guardianes de vida” para personas con diabetes y autismo e incluso para la detección precoz del cáncer.La inclusión del perro como una herramienta más en los procesos de enfermería, implica que éste reciba un adiestramiento específico y programado con el fin de colaborar en los cuidados, y estando en posesión de certificado veterinario oficial de control y reconocimiento que garantice la no presencia de signos y síntomas de enfermedad o riesgo de zoonosis.