Los factores de riesgo en el ámbito laboral constituyen un fenómeno que ha sido estudiado ampliamente por las consecuencias y el impacto negativo que implica para la aparición de enfermedades profesionales y accidentes de trabajo. Se ha determinado que su clasificación varía dependiendo de la profesión u oficio que ejerza la persona. Para el área de la salud se consideran riesgos, los biológicos, los químicos, los físicos, los ergonómicos y los psicosociales, aunque también hay quien incluye dentro de esa clasificación como un ítem autónomo los riesgos para la maternidad y la violencia. Estos riesgos han causado desde lesiones corporales, pinchazos, heridas, hasta enfermedades infecciosas, crónicas y degenerativas, dependiendo del riesgo al que haya estado expuesto una persona. Los trabajos más recientes demuestran que las consecuencias de los riesgos psicosociales están orientadas a causar estrés, ansiedad, trastornos depresivos y síndrome de Burnout en los trabajadores expuestos a ambientes de trabajo negativos o jornadas de trabajo extenuantes como es el caso del personal de la salud, que en muchos casos no tiene un adecuado descanso y que están sometidos por la naturaleza de su profesión a situaciones que de por sí son estresantes.