El suicidio supone un grave problema de salud pública que provoca cerca de un millón de muertes al año en todo el mundo,cifras de mortalidad mayores que las provocadas por las guerras y los homicidios juntos, cada 40 segundos una persona muere en el mundo por suicidio y otra lo intenta cada dos segundos, además, sus repercusiones en el entorno son muy importantes, ya que las vidas de los allegados se ven profundamente afectadas a nivel emocional, social y económico. En este sentido, los costes económicos asociados al suicidio se han estimado en EE.UU. en unos 25.000 millones de dólares anuales, entre gastos directos e indirectos. la importancia de los datos de suicidio en cuanto a las tasas de mortalidad, las trágicas consecuencias tanto para los suicidas como para las personas que les rodean, hacen necesario que la enfermería, como profesionales sanitarios que mantienen un mayor y más cercano trato con la población general, aumenten sus conocimientos sobre actitudes de suicidio, principalmente en las causas que lleva a una persona a tener pensamientos de suicidio, factores o situaciones de riesgo, con el fin de poder desde su rol detectar cualquier signo de ideación suicida en los pacientes.