En la actualidad, la cirugía se entiende como un proceso continuo en el que el resultado final depende de numerosas pautas, sumadas a técnicas menos invasivas que ofrezcan menor impacto fisiológico sobre pacientes con graves comorbilidades. La prevención, el reconocimiento y el tratamiento precoz de las complicaciones se hacen tan importantes como el preoperatorio o la técnica quirúrgica. La instauración de los protocolos Enhaced Recovery After Surgery (ERAS) constituye la piedra angular para el tratamiento de estos pacientes, dado que la mayoría de las sociedades quirúrgicas reconocen que reduce la mortalidad, la duración del ingreso y los costes hospitalarios. El manejo postoperatorio de estos pacientes en las unidades de cuidados intensivos garantiza la efectividad y la eficiencia para contribuir al manejo óptimo. Esto se basa en reducir la respuesta de estrés del paciente a la cirugía, el manejo postoperatorio apropiado de los síntomas como el dolor, la movilización temprana y la pronta reanudación de la dieta normal. Con el fin de intentar minimizar al máximo dichas complicaciones proponemos establecer un protocolo de manejo de estos pacientes en la unidad de cuidados intensivos. El objetivo de este protocolo es, por tanto, revisar aspectos relacionados con el tratamiento perioperatorio, unificando criterios basados en la evidencia actual.