La hipertensión arterial supone, en la actualidad, la principal causa evitable de enfermedad cardiovascular y de mortalidad en la población general. Prevenir su aparición o, llegado el caso, un buen control de la patología, puede mejorar la calidad de vida del paciente de forma significativa. Además, un estilo de vida saludable puede prevenir o, al menos, retrasar la aparición de hipertensión arterial y reducir el riesgo cardiovascular. Esta revisión bibliográfica tiene como objetivo identificar el papel de la enfermera de atención primaria en el fomento del ejercicio físico para prevenir y controlar la hipertensión arterial. Para ello, se ha realizado una búsqueda pormenorizada en distintas bases de datos. En 1989, la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial incluyeron, por primera vez, la recomendación de realizar ejercicio físico entre las medidas no farmacológicas destinadas a disminuir las cifras de presión arterial. Desde ese momento, la mayoría de los estudios coinciden en su utilidad en el tratamiento y prevención de esta patología. La educación para la salud pretende promover la autonomía de los pacientes en relación con la toma de decisiones respecto a su salud. Para ello, la población debe disponer de la información y conocimientos pertinentes, además de su correcta comprensión. La enfermera desempeña una labor fundamental en el campo de la educación para la salud, no solo en lo relacionado con el ejercicio físico, si no en todos los ámbitos.