El período pre-escolar y escolar se caracteriza por una maduración tanto de habilidades físicas, cognitivas como emocionales y sociales y en consecuencia la labor de Enfermería está encaminada a preservar, y estimular éstas cualidades. Para ello, es necesario conocer las características de los niños en las diferentes etapas de la vida, así como sus necesidades de carácter preventivo desde la atención de la salud. Para que un niño se considere sano no sólo tiene que medirse la ausencia de enfermedad, además hay que asegurar la existencia de un entorno familiar equilibrado y una atención médica preventiva. En estas etapas de la vida hay que tener en cuenta la importancia que tiene una buena alimentación y establecer hábitos de alimentación saludable, ya que el desarrollo de los niños va a depender en gran medida de una correcta alimentación. Por todo ello, con esta guía pretendemos dar una herramienta, que ayude al profesional de enfermería en su labor diaria, y así poder dar unos cuidados adaptados a la edad del niño.