INTRODUCCIÓN: el accidente cerebrovascular (ACV) es la segunda causa de muerte y la primera causa de discapacidad. La espasticidad es una de las secuelas más comunes después de sufrir un ictus. Se emplean diferentes técnicas terapéuticas para tratar la espasticidad, la estimulación eléctrica (EE) es una de ellas. Sin embargo, se han encontrado resultados contradictorios sobre la efectividad de la EE en los músculos espásticos.OBJETIVO: revisar la evidencia sobre los efectos de la EE en la espasticidad y en el rango de movimiento tras un ictus con o sin la combinación de otras formas terapéuticas.MATERIAL Y MÉTODOS: se realizó una búsqueda de artículos en las bases de datos Pubmed y EBSCO (desde enero 2006 a abril del 2016). Estudios que cumplieran con los criterios de inclusión (RCTs con la aplicación de EE solo en el grupo experimental en miembros superiores o inferiores) fueron analizados y 14 artículos fueron incluidos en esta revisión. La medida principal era la espasticidad por medio de la Escala de Asworth modificada (MAS) y la medida secundaría fue el rango de movimiento medido por goniómetro.RESULTADOS: De 14 artículos que fueron analizados, 9 artículos mostraron evidencias de que la EE reduce la espasticidad y de los 6 artículos que medían el rango de movimiento, 5 de ellos mostraron un aumento significativo en esta medida.CONCLUSIONES: EE combinada con otras técnicas terapéuticas es una buena opción de tratamiento para disminuir la espasticidad y aumentar el rango de movimiento.